Ya está aquí, llegó! Dió la casualidad que un regalo de Reyes me llegue por mi cumpleaños, pero es una pasada. Y enorme, debe medir como yo o poco más y pesará unos 20 kilos.
Lo único malo es que suele pasar que cuantas más ganas tienes de usar algo, menos oportunidades tienes, como si te compras un paraguas porque acabas de romper el tuyo y deja de llover, pues igual. A mi lo que me pasó es que lo acabo de montar y cuando me asomo por la ventana... zas! encapotado. Lo cierto es que llevaba todo el día así, pero dicen que la esperanza es lo último que se pierde ¿no?. Intentaré sacarlo en algún rato libre y llevarlo al campo. Prometo comentar alguna de mis salidas.
Ahí os dejo con el sujeto en cuestión.
4 comentarios:
¡¿Qué haces con el Hubble en casa?! jeje. Que chulo, a ver si descubres un meteorito y lo bautizas como "Foncalada".
Yo tengo manía a los telescopios desde que hice la asignatura Instrumentos Ópticos... donde haciamos todo tipo de cálculos pero tocar un telescopio de verdad nanai.
Ahora tu enemigo (a parte del tiempo) será la contaminación lumínica, otro viejo conocido mío...
¡A disfrutarlo! Ya nos contarás.
Sólo espero que "Foncalada" no sea lo último que vea :S jeje
coño con eso ves a los astronautas en la luna
javi, javi, tenemos un problema
Igual veo lo que haces por casa... ten cuidado
Publicar un comentario